Costa Atlántica

Buena vida de playa

Mar del Plata suma propuestas diferentes que llevan el sello de las generaciones jóvenes y sorprende con nuevas playas públicas y el furor de las escapadas de surf a Chapadmalal. En Pinamar, una feria de foodtrucks y otro parador fronterizo renuevan el panorama. Mientras tanto, su vecina Cariló, se postula como la Punta del Este local, con una gran calidad en sus servicios y una celebrada nueva estética que buscar eliminar totalmente el concreto del ecosistema de la playa. En la misma frecuencia, Villa Gesell exhibe orgullosa la reserva Querandí, creada para conservar íntegramente el hábitat costero, y Mar Chiquita hace lo mismo con su primera Eco Beach en Santa Clara. El pequeño balneario Las Gaviotas se perfila como revelación de la temporada y Costa Esmeralda se consolida como destino familiar.

Con el programa Ahora Verano los alquileres de carpas y sombrillas en la costa atlántica se pueden pagar hasta en 6 cuotas con tarjeta de crédito.

Una vuelta por
Villa Gesell

Comer mariscos en el puerto, tomar el té en El Churrinche con una degustación de tortas en la casa de Trudy Gesell (un emblema de la gastronomía geselina) muy cerquita de Pinar del norte, un patrimonio histórico y forestal que exige estacionar el auto y entregarse a sus senderos, a pie o en mountain bike.

Descansar de una jornada intensa de windsurf en Windy, el parador que con su puesta de corsarios y sirenas sorprende a los más chiquitos y hasta ofrece un cofre del pirata como “cajita feliz”. Cordialidad y buena atención son dos atributos de los lugareños, un detalle valorado por los que buscan un ambiente bohemio. Las actividades deportivas en Villa Gesell se adaptan a todos los gustos: rugby, polobeach, beach tennis, abiertos de hockey, competencias de surf, maratones de playa o bosque y el clásico Enduro de Verano (del 22 al 24 de febrero). Para los golfistas, Gesell tiene uno de los mejores campos del país, con un diseño moderno, 18 hoyos, lomadas y pinos.

Hacia el sur, Mar de las Pampas, con sus lindísimos apart&spa, asegura privacidad en el bosque y una escapada para bajar veinte cambios. Las grandes dunas de arenas nómades, producto de la acción constante del viento, son ideales para practicar sandboard, aunque también se pueden alquilar cuatriciclos.

Mar azul

El balneario más buscado para unas vacaciones entre el bosque y el mar. Aquí hay que hospedarse en alguna de las múltiples cabañas de troncos, muchas de ellas cuentan con piscina, jacuzzi, deck y parrilla.

Naturaleza pura

La reserva Querandí, creada para conservar el hábitat costero, es un paisaje de dunas vivas y pastizales. Imprescindible: llegar en 4x4 para poder descubrirla.

Dónde comer

El Nido Bistró es una experiencia culinaria y estética: cocina de autor del bosque marítimo a cargo del cálido matrimonio de Lali Casentini (en la cocina) y Mariano Sidoni (en salón).

La costa atlántica
para descubrir

Las Gaviotas es el secreto mejor guardado de la Costa Atlántica: un balneario tan pequeño como elegante que con cada temporada profundiza su identidad, marcada por el relax y la buena vida de playa: la mayoría de los hoteles se encuentran frente al mar. Para caminar por una orilla que nunca termina, dedicarle la tarde a un libro, hacer yoga al atardecer y cerrar la noche con un sushi fresquísimo.

En la zona de altos médanos del Partido de la Costa, en la ribera del mar Argentino, Costa Esmeralda es un imán para los que desean un verano en familia en un entorno de bosque y playa súper seguro. Descansar, hacer asados con los tuyos, invitar amigos y practicar deportes (hay canchas de tenis, fútbol, básquet, paddle y vóley además de campo de golf) más la comodidad de tener tres paradores.

En Santa Clara del Mar, #playaslimpias y #océanosmáspuros son los hashtags del primer parador ecológico de Mar chiquita: Eco Beach, una construcción que no contamina ni obstruye la erosión del mar pensada por el Polaco, un joven surfer local que apostó por el turismo responsable. Durante febrero, la localidad recibe a La fiesta de la cerveza artesanal, la ocasión para disfrutar de buenos sabores, espectáculos y jugos para niños.

De Pinamar
a Cariló

Calles bautizadas con los nombres de criaturas marinas, aves, personajes mitológicos y especies botánicas; cabañas escondidas en bosques tupidos; kilómetros de costa para caminar descalzo; médanos que se transforman; tardes de mate con churros o medialunas recién horneadas; duelos de PacMan en los legendarios fichines; cabalgatas nocturnas bajo la luna llena. Para disfrutar solo, con amigos, en pareja o en familia, a menos de 4 horas de Buenos Aires.

Locos por los médanos

Bunge, Guerrero, Gesell son apellidos que resuenan cuando se recorren estas ciudades de mar, pero pocos conocen la historia de estos pioneros que lograron darle una oportunidad a desiertos de arena y viento para transformarlos en destinos turísticos que ni ellos imaginaban. El pasado de estos soñadores puede conocerse con las caminatas guiadas que organiza Vanesa Rinaldi, nieta de uno de los colaboradores del arquitecto Bunge en la forestación de Pinamar. Desde clases de yoga en el bosque hasta caminatas históricas por Cariló (en Instagram, @experienciapinamar) y city tours en un colectivo de la Secretaría de Turismo durante enero y febrero.

DESTINO ECO FRIENDLY

Desde la transformación de los paradores históricos, que modificaron su código arquitectónico para recuperar el cordón de arena y el recurso hídrico, hasta el éxito de la ordenanza impulsada por la ONG Big Human Wave bajo la campaña Yo Amo Mi Playa -que, desde el 1 de diciembre prohíbe el expendio de pajitas y vasos plásticos de un solo uso en los comercios de distintas localidades de la costa-, el cuidado del planeta se respira aquí más que nunca. Este verano, la misma fundación organizará limpiezas en las playas desde Bahía Blanca hasta Punta Rasa. Su calendario puede consultarse en @yoamomiplayaok. Codo a codo, la cooperativa Reciclando Conciencia, trabaja activamente en la clasificación y reinserción de los residuos reciclables.

TRAS LA HUELLA DE CLORINDO

Los amantes de la arquitectura podrán descubrir el legado del prestigioso urbanista Manuel José Testa, Ciudadano Ilustre de Pinamar. Sus obras Capotesta (Del Buen Orden 3.766), La Tumbona y la Galería Alterra son fiel reflejo de su provocador estilo. Construida en la zona Norte de Pinamar, Capotesta fue la casa de veraneo que diseñó para su familia en 1983 que hoy forma parte del catálogo de propiedades en alquiler de Airbnb. Alterra nació en 1997 como una galería de arte y, en 2011, se transformó en un glamping donde conviven arte y naturaleza. En la planta baja se montaron suites con ateliers que miran al parque y, distribuidas en el parque, se sumaron casas montadas en containers muy bien equipadas. En la localidad vecina de Ostende, vale la pena hacer una parada frente a su tercera obra, Casa La Tumbona (1986), construida sobre pilotes muy cerca del mar. Un secreto: también es de su autoría la torre blanca de departamentos que se levanta detrás de la heladería Munchis, en Bunge y Av. del Libertador.

Tentaciones

En un día sin playa, la corta distancia entre Pinamar, Ostende, Valeria y Cariló es una invitación para diseñar un circuito autoguiado de tentaciones. En Pinamar, La Jirafa, ostenta sus clásicas medialunas de manteca. Amantes de la ceremonia del té pueden detenerse en Tante (también en Cariló); o hacer una reserva en el hotel boutique La Vieja Hostería por un despliegue de pastelería, tortas y fiambres caseros acompañados a cargo del chef Manuel Grinberg.

Los celíacos encontrarán en Frida alfajores artesanales y conitos rellenos elaborados en la primera fábrica de alimentos sin TACC homologada en Pinamar. Pegadito, Puerto Martínez ofrece picadas de mar al paso en porciones individuales. En Valeria, probar algo dulce en la panadería Il Panettone, una porción de strudel en el café Gretel, o las gambas al ajillo de Il Commendatore, el restaurante de Benito Durante, el luchador grecorromano de Titanes en el Ring. En Cariló, la finísima pizza toscana horneada a la leña con remate de mousse de chocolate en Acqua & Farina; el Bar de Tapas, o La Abuela Goye.

Kota Beach

El flamante parador de Pinamar Norte se despliega en 5 hectáreas de playa y bosque con una revolucionaria propuesta que combina arte, música, moda y gastronomía. Aquí, las carpas se reemplazan por telas triangulares. Beach voley, kite surf y entretenimiento para los más chicos.

Arte a cielo abierto

En el paseo de esculturas de Pinamar con más de 30 obras repartidas en distintos puntos como el golf y el hotel Playas, el primero de esta localidad, que además tiene una colección de fotos antiguas en el lobby.

Carnaval en Valeria

El 4 y 5 de marzo, de 19 a 23, la avenida Espora se convierte en el sambódromo por el que desfilan comparsas locales y otras invitadas de Gualeguaychú. Hay shows en vivo en esta tradicional fiesta que dejó de festejarse por 23 años.

NOCHES JUNTO AL MAR

En Pinamar, la ceremonia del atardecer convoca en UFO Point para despedir al sol con música electrónica pero, una vez que desaparece, se encienden las luces tenues en varios restaurantes de los paradores que se sumaron esta nueva modalidad de disfrutar del paisaje playero hasta que las velas no ardan. Entre los destacados, Tritón y la pesca preparada por el chef Juan Algieri; la cocina de autor del vanguardista Pedro Demuru (en el espectacular parador de La Rada en Pinamar y en Cariló). Para románticos, El más allá propone noches en la frontera con fondue de queso y pierrade entre los médanos.

Negroni, en el parador Paradise; las cervecerías de Patagonia y del balneario Posta del Mar que además organizan fogones nocturnos; los restaurantes de los balnearios Marbella y El Dorado. En Cariló, el after beach sucede en las terrazas de Hemingway, donde de jueves a sábados, entre las 19 y las 22, se celebra la puesta del sol con tapeo y música suave. El parador Neruda ofrece noches de cocina mediterránea frente al mar en el edificio premiado por su diseño por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires.

Por su antigüedad -construido en 1913-, y porque en la habitación número 51 Antoine de Saint-Exupéry empezó a escribir los primeros textos de El principito, vale la pena visitar el Viejo Hotel Ostende.

Mar del Plata
un clásico renovado

¿Cómo se reinventa para no pasar nunca de moda? Con el correr de los años Mar del Plata no pierde su frescura. Con un circuito trendy que actualiza constantemente las atracciones, “La Feliz” sabe seducir a las nuevas generaciones. La ciudad más importante de nuestra Costa Atlántica se alinea con novedosas concepciones sobre tecnología, nutrición y estilo de vida. Así se adapta Mardel a los tiempos de hoy, mientras los visitantes, como cada temporada alta, no parar de llegar.

Espacios de plena libertad

Playa escondida es la primera playa naturista del país. Al igual que las europeas, ofrece un cuidado especial del medioambiente. Por estar alejada de la ciudad, se pueden encontrar aves y un entorno natural de praderas y pequeños bosques. Lo que hace a esta playa especial es que se reconoce como un espacio de mente abierta que habilita al nudismo y da la bienvenida a quienes tengan elecciones distintas.

Qué hacer

Degustar vinos oceánicos en Chapadmalal con una visita guiada a la bodega Costa y Pampa. La oportunidad para probar sus espumantes, ganadores de distinciones internacionales.

El antojo

La heladería Italia ofrece los cannolis sicilianos más deseados de La Feliz.

La experiencia

Las clases de surf. Para aquellos que siempre se preguntan qué se siente, esta es la oportunidad.

Nuevas tendencias
frente al mar

En la rotonda de El Faro en la Ruta 11, abrió Helena Beach. Sus ocho hectáreas están destinadas a un público moderno, digital y con conciencia sustentable. Entre otras cosas, ofrece la posibilidad de practicar deportes y variedad gastronómica en la terraza del Poolside Bistro que contará con la presencia del sushiman top californiano Aaron Bishop. Tendrá, por supuesto, un sector saludable con ensaladas, jugos detox y alimentos libres de gluten. Al caer el sol, los beats de reconocidos DJs nacionales e internacionales.

Visitas de culto

El folklore de Mar del Plata incluye una selección de paseos obligados para entender “la argentinidad”. El barrio Los Troncos y Villa Victoria (la casa de la escritora Victoria Ocampo que hoy es centro cultural) son símbolos de la aristocracia de una era que hablan de la historia de esta ciudad. Pasar un ratito apretado en la La Bristol y apreciar lo setentoso del Casino Central, al igual que espiar el hall del Hotel Provincial, ir a la Plaza Milenio y fotografiarse con sus fuentes danzantes (y si es de noche, mirar su show de luces y sonidos) están en el listado de imperdibles. Las medialunas de la Boston, el complejo de restaurantes y confiterías Torreón del Monje y las rabas en el muelle (qué rico Chichilo) también.

Una ciudad vegan friendly

Ya no se trata solo de comida. Si bien lugares como Productos Inti, Un gusto superior, Greenway, Pizza Vegana, La Casita y Veg & Soul se encargaron de hacer de La Feliz un espacio apto para los veganos Mardel está yendo un paso más allá, algo que quedó claro con la última edición de Mar del Veg que se realizó en noviembre. En esta línea de movida consciente, una vuelta por la casa abierta de La’ Pai, la ONG que tiene como objetivo reconectar al hombre con la naturaleza, revela el asombroso mundo de la bio construcción, la agricultura regenerativa, las energías renovables y la naturopatía.

Mardel tiene dos nuevas playas públicas. Quedan en Avenida Constitución y la Costa y ofrecen 430 sombrillas y reposeras. En ellas se instalaron 36 baños químicos y tres puestos para guardavidas. Hay una zona en la que hay clases de zumba, torneos de fútbol tenis y recreación para chicos de hasta 12 años. Proximamente: Wi-Fi y lockers para cargar el celular.